“Ustedes me llaman maestro y señor y tienen razón porque los soy”, así se expresó Jesús después de lavar los pies a sus discípulos, desde el momento en que el hijo de Dios quiso llamarse MAESTRO, colocó ese título entre los que lo seguía en la tierra
Te damos gracias por los maestros
que desgastan su existencia
en la gran obra de misericordia
de enseñar al que no sabe
y ayudarle a formar su mente
y su conciencia.
Maestro Bueno, dales Tu gracia
para que puedan enseñar como Tú,
con sabiduría y paciencia,
sencillez y eficacia.
Pon en ellos Tu mirada
para lograr penetrar el corazón de sus alumnas
y descubrir y alentar lo mejor en cada una.
Y a los maestros agobiados
por los difíciles momentos que tienen que vivir
cuando ejercen su enseñanza
anímalos, sostenlos, acompáñalos,
no dejes que pierdan la esperanza
Tú que eres el Camino,
guía a todos los maestros hacia Ti.
Tú que eres la Verdad,
permíteles hallarte y compartirte.
Tú que eres la Vida,
recompénsalos con Tu cercanía,
ahora y por toda la eternidad. Amén.